LA REBELDIA DE L@S INMIGRANT@S.ANTE LA DEBACLE Y CRISIS MUNDIAL,OTRO MUNDO ES POSIBLE CON UN PODER
21 DE MARZO DE 2025
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeb-IfNdoejNBZJcyt-_OJ9_U95DnX15XG-gs6etcFCi1Swfw/viewform
https://larebeldiadelinmigrante.blogspot.com
22 Santa Monica, CA: Call to Action! March for Humanity on March 22 9 AM at Santa Monica Pier!
|
|
Nuestramérica. Programa radial de Resumen Latinoamericano: Argentina y Cuba

Resumen Latinoamericano 20 de marzo de 2025
ARGENTINA: entrevista con Claudio Katz sobre los últimos acontecimientos acaecidos en el pais/CUBA: IV Coloquio Internacional Patria, sobre comunicación veraz contra los discursos hegemónicos, en defensa de las luchas de los Pueblos.
Rusia evade las sanciones mediante vetustos canales financieros
|
Nuestramérica. Programa radial de Resumen Latinoamericano: Argentina, Venezuela y Paraguay

Resumen Latinoamericano 13 de marzo de 2025
ARGENTINA: La policía tiró a matar contra lxs jubiladxs /Herido gravísimo un fotógrafo al que le estallaron una granada de gases en la cabeza/VENEZUELA: Gobierno acusa a ExxonMobil de financiar lobby para intensificar sanciones y desestabilizar al gobierno/PARAGUAY: denuncia por torturas y ensañamiento a las presas políticas paraguayas, testimonio de Eduardo Soares.
Estados Unidos. Las cinco guerras trumpistas.

Por Jorge Elbaum, Pagina12, Resumen Latinoamericano, 15 de marzo de 2025.
La belicosidad de Donald Trump exhibida en la apertura de las sesiones legislativas del congreso de los Estados Unidos (foto) evidencia una megalomanía directamente proporcional a los frentes de conflicto que proyecta en forma paralela y simultánea. Sus provocaciones, amenazas, desmentidas y aprestos intervencionistas solo buscan recuperar la supremacía geopolítica que cuatro décadas atrás consideraron imperecedera. Para “recuperar la grandeza perdida” –esa es la traducción política de la consigna trumpista de MAGA– trabajan en forma combinada y yuxtapuesta en seis territorios de conflagración concurrentes.
La primera de esas embestidas fue iniciada por Barack Obama, durante su mandato inicial, cuando la construcción del enemigo dejó de focalizarse tanto en el “terrorismo islámico” como en el narcoterrorismo. Ambos fueron sustituidos por la República Popular China como nuevo antagonista estratégico, apelando al fentanilo para responsabilizar a Beijing de complicidad en el tráfico internacional de esta sustancia. Paradojas históricas obligan a recordar que a mediados del Siglo XIX el Reino Unidos y Francia generaron las dos Guerras del Opio luego que las autoridades chinas decidieran prohibir el consumo y la comercialización del opio y abocarse a la protección de su producción local impidiendo el contrabando y la importación. Como de costumbre, en nombre del sacrosanto libre mercado –y el derecho a consumir opio (heroína) en Europa Occidental–, las potencias imperiales atacaron China, impusieron a sangre y fuego la apertura del comercio chino y de paso se anexionaron el puerto de Hon Kong. Ayer el pretexto fue el opio. Hoy es el fentanilo.
La configuración cultural estadounidense no puede vivir sin enemigos. Su historia cinematográfica lo acredita: indios, vietnamitas, rusos, islámicos, latinoamericanos, y ahora chinos. En los tiempos de vacancia de demonios –para no perder la costumbre– se dedicaban a configurar terror con invasores galácticos y marcianos. La guerra contra Beijín está planteada en una dimensión bifronte. Por un lado, en su estructuración económica, comercial y tecnológica. Pero detrás de esa conflagración visible hay otra silenciada: la necesidad de impedir que Xi Jinping se convierta a los ojos del mundo en el factótum victorioso de una Larga Marcha que ha sido capaz de eclipsar la soberbia arrogante del Occidente colonial, acostumbrado a definir –durante los últimos cinco siglos– los estándares acerca de qué es la civilización y qué es la barbarie.
Sin embargo, más allá de las acciones orientadas a fragmentar o desmantelar La Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) –el proyecto de infraestructura global impulsado por Beijín para mejorar la logística comercial– lo que Estados Unidos no puede consentir es que el liderazgo del país más competitivo y productivo del mundo sea el resultado de una orientación estratégica decidida por un partido comunista. La beligerancia contra el Gigante Asiático, que ya tiene más de una década y media, se lleva a cabo en formato híbrido: aranceles, asedio al Collar de Perlas –el circuito marítimo en el sudeste asiático–, la extorsión a los países que cooperan con Beijing, las sanciones unilaterales, las provocaciones en torno a Taiwán, y hostilidades mediáticas y propagandísticas.
La segunda faceta de la guerra que plantea Trump es indirecta, pero tiene como destinatario último a la misma víctima. Busca desacoplar a la Federación Rusa respecto a China, aunque esto implique el distanciamiento de un socio atlantista menor, la Unión Europea, a quien juzgan como su vasallo comprobado. El secretario de Estado Marco Rubio lo expuso con claridad el último 25 de marzo, en un sincericidio brindado al portal Breitbart, fundado por Steve Bannon. En esa entrevista, Rubio admitió que los posicionamientos de Trump en torno al conflicto en Ucrania buscan desacoplar a Moscú de Beijín, tal como lo planificó y ejecutó Henry Kissinger en la década del ´70. “No sé si alguna vez lograremos desvincularlos por completo de su relación con los chinos (…) pero tenemos que intentarlo (…) ahora estamos hablando de dos potencias nucleares alineadas contra Estados Unidos…”.
El tercer capítulo de las guerras concatenadas refiere a las pretensiones expansionistas de ocupación territorial y control logístico de puntos estratégicos. En ese rubro aparecen los casos de Panamá y Groenlandia, territorio ligado a Dinamarca durante los últimos ocho siglos. Marco Rubio se encargó de justificar el ansia expansionista al afirmar que: “… los chinos básicamente son dueños de los dos grandes puertos: los puertos de Hutchison en ambos lados del canal (…) en el futuro los chinos podrían impedir el tráfico del canal. Esa es la preocupación central.” En el caso de Gaza, las provocaciones respecto a la limpieza étnica de ese territorio refieren a garantizar un control del Mediterráneo occidental, el acceso a las reservas de gas de sus costas y a la protección militar de su socio, Bibi Netanyahu.
La cuarta conflagración exhibe claros tintes racistas. Se trata de expulsar a todos los pobres migrantes que no son protestantes, blancos y anglosajones (WASP), siguiendo el programa del Ku Kux Klan (KKK), sin abocarse a los afrodescendientes ya asentados en Estados Unidos. La guerra racialista tiene como víctimas a quienes migraron en los últimos cincuenta años, sobre todo los latinoamericanos. Uno de los lideres de ese movimiento supremacista, David Duke, agradeció emocionado al actual presidente al señalar que “Trump nos ha empoderado”. La quinta embestida es contra el denominado wokismo, que no es otra cosa que la expresión de la defensa de los derechos de las mujeres, las diversidades y los grupos étnicos racializados. Esta hostilidad no es –como se cree– cultural. Es una embestida en toda la línea contra la lógica del mercado que invisibiliza el trabajo de la mujer, feminiza forzosamente las tareas de cuidado, denuncia al patriarcado como partícipe imprescindible de la explotación económica y segrega en términos supremacistas a quienes considera “inferiores”. Se le atribuye a Henry Kissinger el apotegma de que Estados Unidos no tiene amigos permanentes, sólo intereses.
Mientras, 98 personas fueron arrestadas en protestas dentro de la Trump Tower de la 5ta Avenida rechazando la detención del alumno palestino Mahmoud Khalil, residente legal de EE.UU. y considerado líder de las manifestaciones del año pasado en Columbia. El gobierno de Trump lo acusa de haber dirigido actividades vinculadas al grupo terrorista Hamás, aunque hasta el momento no ha presentado pruebas que respalden esta afirmación. Incluso miembros de la comunidad judía en Nueva York han rechazado su arresto.
|

Estados Unidos. Trump a la sombra de Nuremberg: la narrativa que condena a los migrantes venezolanos.

TeleSUR, Resumen Latinoamericano, 18 de marzo de 2025.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump basó una nueva deportación masiva a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador en la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma comparable a las aplicadas por la Alemania nazi.
El domingo 16 de marzo el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció la recepción desde Estados Unidos de 238 supuestos miembros de la organización criminal Tren de Aragua por pedido del presidente Donald Trump. A cambio, Washington pagará 6 millones de dólares.
La deportación compulsiva se realiza bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma que no se utilizaba desde la Segunda Guerra Mundial. La ley es una ampliación de la autoridad en tiempos de guerra que permite deportar a no ciudadanos sin darles la oportunidad de comparecer ante un juez de inmigración o un tribunal federal.
Un paralelismo histórico trazarse con las Leyes de Nuremberg de 1935, que despojaron a los judíos, romaníes y otros grupos de su ciudadanía y derechos básicos en la Alemania nazi.
Ambas leyes comparten un principio fundamental: la creación de una categoría de «enemigo» para justificar la persecución masiva. Mientras que las Leyes de Nuremberg se basaban en criterios raciales, la Ley de Enemigos Extranjeros se basa en criterios políticos y de seguridad nacional.
Tren de Aragua
Donald Trump justificó la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros con la identificación del grupo criminal “Tren de Aragua” como una fuerza invasora.
La ley fue creada en 1798 durante una tensión prebélica con Francia, fue utilizada durante la Segunda Guerra Mundial para justificar el encarcelamiento masivo de alemanes, italianos y japoneses durante el enfrentamiento bélico y se estima que 120.000 personas de ascendencia japonesa, incluidas aquellas con ciudadanía estadounidense, fueron encarceladas.
En esta oportunidad, el presidente estadounidense intenta equiparar mediante la utilización terminología militar su política antimigratoria. El Tren de Aragua «está perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión depredadora» contra territorio estadounidense expresó Trump el pasado sábado en el anuncio de la deportación.
Tras las declaraciones, el Centro Brennan, un organismo estadounidense independiente especializado en política y derecho, emitió un comunicado en el que denuncian que: “El presidente ha proclamado falsamente una invasión y una incursión depredadora para usar una ley redactada para tiempos de guerra y aplicarla en tiempos de paz”.
En la misma línea, el gobierno de Venezuela denunció que la decisión del jefe de Estado norteamericano no es más que una movida discursiva para criminalizar a los venezolanos en el exterior. Según señaló el presidente venezolano, Nicolás Maduro, la presencia del Tren de Aragua en EE.UU. es una “falsa narrativa” creada por la «ultraderecha» para justificar políticas migratorias represivas y destacó que la organización criminal que operó en Venezuela fue “combatida y acabada”.
«La migración venezolana es resultado de las sanciones, no de la delincuencia», subrayó el mandatario.
En la misma línea se manifestó la justicia federal estadounidense que emitió la orden de impedir la deportación de cualquier persona después del anuncio de Trump. Sin embargo, los abogados del Gobierno respondieron que los dos aviones que transportaban los migrantes ya estaban en el aire y el domingo llegaron a el CECOT de El Salvador.
CECOT
La deportación de este fin de semana tuvo por destino el Centro de Reclusión del Terrorismo (CECOT), cárcel insignia de la violenta estrategia anticrimen de El Salvador. Se trata de una megaprisión donde no se permiten visitas, salidas al exterior ni educación. Organismos de DD.HH denuncian que al menos 261 personas murieron en cárceles salvadoreñas en los últimos años y denuncian múltiples casos de abuso, tortura y falta de atención médica.
Allí fue a parar el hermano de Sebastián García Casique. “Hoy escribo con el corazón arrugado destrozado en mil pedazos ya que mi hermano se encuentra en El Salvador deportado” publicó en su cuenta Facebook junto con imágenes de Francisco en su barbería. También dice que su familiar no tiene antecedentes penales y que se lo involucra con el Tren de Aragua “solo por sus tatuajes”.
Aarón Reichlin-Melinick, investigador principal del Consejo Americano de Inmigración señaló tras la deportación que las personas del vuelo enviado a El Salvador no tuvieron ninguna oportunidad de impugnar las pruebas del gobierno y que muchos dijeron que fueron falsamente acusados de pertenecer al Tren de Aragua. “Incluso los terroristas de Al Qaeda detenidos en Guantánamo tienen el debido proceso y deben ser juzgados bajo las leyes de los Estados Unidos”, sentencia en su cuenta X.
Guantánamo
El antecedente inmediato fue la deportación a Guantánamo de un contingente de venezolanos por integrar el grupo criminal “El Tren de Aragua”; sin embargo sólo una minoría contaba con antecedentes penales y abundan los testimonios de los repatriados que señalan que fueron capturados solo por su país de origen y sus tatuajes.
«Mi hijo no es del Tren de Aragua» dice entre lágrimas la madre de Johan Bastidas en un video que difundió a través de las redes sociales. Bastidas permaneció 16 días en la base con grilletes en una pequeña celda sin ventanas y recibiendo raciones de comida mínimas. “Mi hijo nunca hizo nada, lo único malo que hizo es tener esos tatuajes. Mi hijo no es un criminal y se lo llevaron como si fuera los peores. Ayudenme, me estoy muriendo”, suplica la madre en el video.
Ya liberado, Johan dijo que solo veía la luz del sol cada tres días durante una hora, que era el tiempo de recreo que se le permitía pasar en lo que describió como una “jaula”. Sin ningún tipo de antecedentes penales, Bastidas se entregó a las autoridades migratorias en el cruce fronterizo de El Paso, Texas, donde permaneció durante diez meses para luego ser enviado directamente al centro de reclusión estadounidense señalado como centro de tortura por múltiples organismos de derechos humanos a nivel mundial.
El Tren de la USAID
Nicolás Maduro señaló en su alocución del domingo que la organización criminal con la que cual Trump pretende justificar su accionar contra la población venezolana en territorio estadounidense en realidad debería llamarse el «Tren de la USAID».
Según el jefe de Estado, esta «falsa narrativa» sobre la presencia del Tren de Aragua en EE.UU. fue creada por la “ultraderecha” venezolana para justificar políticas migratorias represivas. «Es una campaña para estigmatizar a una migración que fue válvula de escape ante las sanciones impuestas a nuestro país», afirmó.
“Trump no tiene la más mínima duda sobre la amenaza que representa Maduro. ¿Alguien cree que Trump no sabe que Maduro es el cabecilla del Tren de Aragua?”, ha dicho María Corina Machado, la misma que prometió al presidente norteamericano que si llegase al poder garantizaría que los migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos “vengan esposados” por tratarse de criminales.
Pensamiento crítico. Crónica sobre la alienación y el autoengaño en la izquierda.

Por Bruno Resck /Outras Palabras / Resumen Latinoamericano, 16 de marzo de 2025.Imagen: Cristiano Mariz
Al hablar con un trabajador de limpieza externo en el edificio donde trabajo, me enfrenté a una realidad que muchos prefieren ignorar: la brecha entre las cifras económicas y la vida real de los trabajadores.
En esas charlas informales, en las que no salíamos de los límites del sentido común, la conversación llegó a una conclusión unánime: ¡qué altos eran los precios de los alimentos en el supermercado! En ese momento, uno de los trabajadores subcontratados mencionó que recibe alrededor de R$ 1.200 por mes y relató la dificultad de lograr que ese valor alcance hasta fin de mes. La conversación terminó, cada uno siguió su camino.
Sin embargo, seguí reflexionando sobre ese intercambio de palabras. Cada vez que paso por una parada de autobús llena de gente o veo largas colas en los hospitales públicos, recuerdo esa breve charla. Esta realidad me hizo reflexionar sobre una aparente contradicción: las cifras económicas positivas presentadas por el gobierno contrastan con la caída de la popularidad del presidente Lula.
Cuando ese trabajador subcontratado recibe su sueldo a fin de mes, con un monto inferior al salario mínimo, ¿realmente siente los efectos del crecimiento del PIB? ¿O el supuesto aumento del empleo? Para él, lo que importa es el precio del arroz, el alquiler y las facturas de electricidad, y no las estadísticas oficiales. ¿Se sentirá motivado a votar en 2026 con el objetivo de defender la democracia frente a la extrema derecha, o su elección estará guiada por la frustración cotidiana?
Las cifras oficiales muestran un bajo desempleo, pero esconden un mercado laboral precario. CAGED revela una alta rotación de personal y salarios iniciales bajos, lo que significa que muchos trabajadores no alcanzan la estabilidad financiera.
Además, es necesario considerar la alta informalidad y la preocupante tasa de desempleo entre los jóvenes de 18 a 24 años, que ronda el 15%. La informalidad, a su vez, fomenta la ilusión del emprendimiento, lo que en la práctica a menudo se traduce en precariedad y sobreexplotación del trabajo.
En los primeros dos años del gobierno de Lula 3, algunas categorías de trabajadores obtuvieron ganancias reales en sus salarios. Sin embargo, la inflación en combustibles, planes de salud, alquileres y, principalmente, alimentos erosiona este incremento, haciéndolo casi imperceptible para la población.
Otro factor alarmante, que contrasta con los indicadores positivos del Gobierno, es el nivel de deuda de los hogares. Según la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC), 2024 terminó con el 77% de las familias brasileñas endeudadas. Este escenario de endeudamiento viene acompañado de sucesivos beneficios récord por parte de los bancos, que siguen drenando los ingresos de los trabajadores.
Ante este escenario, vemos una sociedad dividida, llena de un cierto aire de desconfianza y desánimo. Incluso con los esfuerzos del gobierno por mejorar su comunicación, quienes viven en la “planta de producción” notan la falta de entusiasmo respecto a la gestión actual. En definitiva, para comunicarse mejor es necesario tener algo que comunicar.
* * *
Lula ganó en 2022 uniendo diferentes fuerzas políticas contra la extrema derecha. Ahora bien, esta misma alianza limita sus acciones, pues depende de un Congreso mayoritariamente conservador y de un sector financiero que presiona a favor de la austeridad. Aún así, hay espacio para medidas progresistas que no dependan exclusivamente del Legislativo, como el fortalecimiento de la banca pública, de Petrobras y políticas de valorización salarial.
¿Puede explicarse este descontento generalizado en la sociedad únicamente por un problema de comunicación o por los límites de la gobernabilidad? ¿O hay algo más profundo?
Desde 2003, los gobiernos del PT no han roto con los dogmas neoliberales del Consenso de Washington: tipo de cambio flotante, meta de inflación y superávit primario. Por el contrario, el gobierno del PT reafirma su fe en la sostenibilidad del Nuevo Marco Fiscal (NAF) y en el mantenimiento de la independencia del Banco Central. En casi quince años de gobierno, el Partido de los Trabajadores no ha cambiado las estructuras del capitalismo rentista brasileño ni nuestro papel en la división internacional del trabajo.
La austeridad impuesta por el NAF, bajo la gestión del ministro Fernando Haddad, impide inversiones en la mejora y ampliación de los servicios públicos. En cambio, la lógica neoliberal permite transferir estos servicios al sector privado. El BNDES del gobierno de Lula 3 da continuidad al programa “Puente para el Futuro” inaugurado en el gobierno de Michel Temer. Una de las políticas de este programa son las Asociaciones Público-Privadas (APP), que destinan dinero público para concesiones de carreteras, puertos, parques, escuelas y guarderías. De esta manera, el gran capital gana dos veces: primero, captando recursos del presupuesto público a través de la deuda pública; En segundo lugar, mediante la apropiación de bienes y servicios estatales mediante concesiones y privatizaciones.
A pesar del discurso progresista, no ha habido esfuerzos por parte del actual gobierno para revertir el avance de la tercerización en los servicios públicos y privados. Por el contrario, la precariedad laboral se ha intensificado día a día. Un factor agravante: la externalización en el servicio público no garantiza necesariamente una reducción del gasto gubernamental. En muchos casos, el coste de los contratos con empresas externalizadas puede ser incluso superior al del mantenimiento de servidores efectivos, sin contar la pérdida de calidad y estabilidad en los servicios prestados.
No hay señales de que se reviertan las privatizaciones de empresas estratégicas para que puedan actuar en el desarrollo del país. En cambio, el gobierno sigue presentando paquetes de ajuste fiscal que impactan directamente a los sectores más vulnerables de la población, beneficiarios de programas como Bolsa Família y Beneficio de Prestação Continuada (BPC). Éstas son las eternas “reformas” neoliberales.
Pues bien, un fantasma recorre la política brasileña: el fantasma de las protestas de junio de 2013. En aquel entonces, los líderes del PT no se dieron cuenta de que, más que un reflejo del patrimonialismo o la influencia de las redes sociales, lo que llevó a miles de manifestantes a las calles fue la insatisfacción con la baja calidad de los servicios públicos. Los grandes centros urbanos eran auténticos polvorines a punto de estallar.
A pesar de los avances sociales como las políticas de combate al hambre, la expansión de la red federal de educación y un período de crecimiento económico producto del auge de las materias primas que permitió la expansión de la inversión pública, hubo una creciente insatisfacción entre distintos segmentos de la población.
Aunque el país vivió un clima de euforia y optimismo durante el segundo mandato del presidente Lula, hubo un déficit de políticas urbanas en transporte público, seguridad, educación y salud. Este conjunto de descontentos salió a la luz en junio de 2013, cuando el entonces alcalde de la capital paulista, Fernando Haddad, anunció un ajuste en las tarifas de autobús. Esta medida fue considerada de extrema importancia para equilibrar las cuentas de la ciudad, pero sirvió como detonante para el estallido de grandes manifestaciones que, en menos de veinte días, se extendieron por las ciudades del país y tomaron la Esplanada dos Ministérios en Brasilia.
¿Cómo explicar que avances económicos y sociales “nunca antes vistos en la historia de este país” se desvanecieran en cuestión de meses? ¿O en un marco temporal más amplio, hasta el golpe de 2016? Existe una visión miope que atribuye los acontecimientos de 2013 y 2016 a una revuelta de la clase media y al fenómeno de las redes sociales. Son explicaciones que buscan un factor externo para eclipsar las críticas al modelo económico del lulismo, que mantuvo intactas las estructuras de dominación, acumulación de capital y sobreexplotación de la fuerza de trabajo.
El trabajador sabe hacer matemáticas. El trabajador no necesita supervisión. Explicaciones como “pobre derecha” colocan la responsabilidad de sus problemas sobre los hombros de los trabajadores. Crean una especie de vínculo moral o un cierto aire de ingratitud por parte del votante que no vota por el Partido de los Trabajadores –o por los partidos progresistas–. Es cierto que el mundo del siglo XXI ha demostrado ser complejo y es notable el avance de la extrema derecha, impulsada por la ideología del emprendimiento y la fe de la teología de la prosperidad. Por otro lado, también es cierto que la extrema derecha ha encontrado terreno fértil en las últimas cuatro décadas de consolidación del neoliberalismo.
Si hay algo que los gobiernos del PT deberían haber aprendido de las manifestaciones de 2013 es que las promesas de crecimiento económico no son suficientes para garantizar el apoyo popular. El trabajador común no vive de indicadores, sino de la realidad concreta de su vida cotidiana. Este error se repitió en 2015, cuando la entonces presidenta Dilma Rousseff, bajo una fuerte presión del mercado, nombró a Joaquim Levy como ministro de Finanzas.
Con un sesgo ortodoxo, Levy adoptó una agenda de austeridad que incluyó recortes en la inversión pública y restricciones presupuestarias, lo que resultó en una fuerte caída de la economía. El desempleo se disparó, el consumo se desplomó y el gobierno perdió apoyo popular, creando un escenario de insatisfacción que facilitó el proceso de impeachment en 2016. Estos episodios refuerzan la lección de que los números económicos positivos no son suficientes: el crecimiento debe traducirse en mejoras concretas en la vida de las personas.
Si el gobierno de Lula 3 quiere revertir el escenario de apatía y desconfianza, necesitará ir más allá de la comunicación y enfrentar realmente los obstáculos estructurales del país. Para lograrlo, es fundamental romper con el Marco Fiscal, que impone una lógica de “austeridad” permanente y ahoga la capacidad del Estado para invertir en infraestructura, servicios públicos y generación de empleo. El crecimiento económico sostenible depende de un Estado fuerte, capaz de impulsar la industria nacional, reducir las desigualdades y garantizar que el desarrollo llegue a todos.
La ampliación de la CONAB y las políticas de reforma agraria podrían contribuir a la estabilidad de los precios de los alimentos, mientras que el fortalecimiento de la banca pública y la expansión del crédito productivo permitirían a los pequeños y medianos empresarios no ser rehenes de las altas tasas de interés del sector financiero privado. Terminar con el Marco Fiscal no significa irresponsabilidad fiscal, sino reemplazar un modelo que estrangula la inversión pública por una política económica que priorice el bienestar social y el fortalecimiento del sector productivo.
Además, es esencial que el gobierno reconstruya sus vínculos con la base popular y escuche a quienes experimentan los impactos de la política económica a diario. La distancia entre la dirección federal y los trabajadores crea un vacío que puede ser aprovechado por discursos oportunistas de la extrema derecha. Si el descontento crece incluso ante indicadores positivos es porque estos números no se traducen en mejoras concretas en la vida cotidiana de la mayoría.
El gobierno necesita abrir canales reales
para la participación popular, fortalecer los consejos y los
movimientos sociales y garantizar que sus decisiones estén condicionadas
por las necesidades de la población. Más que anunciar medidas, lo que
la gente necesita es sentirse parte del proyecto de reconstrucción del
país. De lo contrario, el descontento seguirá creciendo y podría ser
aprovechado por fuerzas políticas que ofrezcan respuestas aún más
regresivas.
Bruno Resck es geógrafo y profesor del Instituto Federal de Minas Gerais (IFMG).
Publicado originalmente en Outras Palavras .
![]()
|
Gobernador de Kentucky asegura que Donald Trump y Elon Musk están llevando a la economía al abismo.
Andrew Graham Beshear, gobernador de Kentucky, anticipa que se avecina un
desastre en la economía estadounidense.

Andy Beshear presagia un desastre para la economía estadounidense con la imposición de aranceles impulsada por Donald Trump. Crédito: Timothy D. Easley | AP......,

Estados Unidos. Arrestos de migrantes en EE.UU. aumentan por día con las políticas antimigrantes de Trump.....,

TeleSUR, Resumen Latinoamericano, 29 de enero de 2025.
En la primera semana del nuevo mandato de Donald Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha realizado más de 4.500 arrestos con findes de deportaciones posteriores, de acuerdo con cifras del diario The New York Post.
Tras la investidura del mandatario y el inicio de la nueva Administración, las detenciones de migrantes indocumentados en los EE.UU. han pasado de cientos en un día, a entre 1.200 y 1.500 en una jornada, y se han reportado redadas en ciudades importantes como Chicago, Los Ángeles, Boston, Nueva York y Denver y Texas, las cuales culminan con la deportación masiva de miles de inmigrantes de diversos países de Latinoamérica y el mundo.
Más de una docena de órdenes judiciales que afectan la política migratoria han sido firmadas por el magnate en los primeros días desde el inicio de su gestión. De acuerdo con testimonio del subdirector de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, el mandatario exige a las autoridades migratorias al menos 1.800 arrestos diarios.
En total, 25 oficinas del ICE deben cumplir con esta cuota, precisó el funcionario en entrevista con CNN: «Las cifras mencionadas son un mínimo, no un máximo. Y lo que es más importante, son un mínimo. El objetivo es arrestar al menos a esa cantidad, pero con suerte a muchos más».
Cabe destacar que, para alcanzar estos números de arrestos, los cuales posteriormente se traducen en deportaciones masivas, una de las órdenes de Trump permite que los funcionarios de ICE deporten a migrantes ilegales sin que medie decisión judicial alguna, por lo que se trata de deportaciones casi automáticas después de las detenciones.
A ello se suma el anuncio del llamado «zar de la frontera», Tom Homan, quien declaró que las agencias a cargo de la detención y deportación de los inmigrantes ilegales no verificarán si estos han cometido delitos o no. Así como se une la eliminación de las protecciones a migrantes indocumentados que viven en el país en calidad de refugiados en iglesias, albergues, escuelas, etc.
En esa retórica criminalizadora se expresó también recientemente la nueva secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien afirmó que todos los inmigrantes ilegales son considerados como criminales por parte del jefe de Estado: «Está centrado en lanzar la mayor operación de deportación masiva de criminales ilegales de la historia de Estados Unidos. Y si eres un individuo, un extranjero que entra ilegalmente en Estados Unidos de América, eres por definición, un criminal«, dijo.
No pocos senadores demócratas han expresado su preocupación con que las fronteras sean seguras, pero señalan que las órdenes ejecutivas de Trump no se dirigen solamente hacia los criminales. Entre estos se encuentra el senador demócrata Dick Durbin.

Los intentos de golpe de Estado y los golpes de Estado han seguido en América Latina y detrás de ellos los mismos de siempre: la oposición de derecha, la oligarquía, las corporaciones, los militares, y los Estados Unidos que siguen defendiendo sus intereses e impidiendo que haya transformaciones sociales beneficiosas para nuestros pueblos.
La BBC tituló en junio pasado que Bolivia era «el país con más intentos de golpe de Estado» desde 1950 esto en el contexto de los hechos sucedidos el 26 de junio de este año en que un grupo de militares irrumpieron en la sede de gobierno, ubicada en la Plaza Murillo, con la intención de derrocar a Luis Arce y tomarse el poder.
La intentona golpista fue encabezada por el comandante general del ejército boliviano, Juan José Zúñiga Macías, quien días antes había señalado que Evo Morales “no puede ser más presidente de este país” y que “llegado el caso no permitiría que pisotee la Constitución”. Así mismo dijo que las Fuerzas Armadas son “el brazo armado del pueblo, el brazo armado de la patria”. Durante la intentona dijo también que pretendía restaurar la democracia y que al ejército no le faltan cojones.
El intento de golpe de Estado fracasó como es conocido y los responsables están detenidos. La intentona golpista a diferencia del golpe de Estado de 2019 en Bolivia, en esta ocasión los sublevados no contaron con el apoyo de todas las Fuerzas Armadas ni había un escenario favorable para sus expectativas.
Recordemos que el 2019, el Comandante del Ejército de entonces, Williams Kaliman, graduado de la Escuela de las Américas, le exigió la renuncia a Evo Morales en un contexto de violencia y desestabilización creado con acusaciones falsas de fraude electoral.
Lo cierto es que dentro de las Fuerzas Armadas bolivianas, se sigue evidenciando que hay militares adeptos al pasado y a la Doctrina de la Seguridad Nacional, inoculada por los Estados Unidos a las tropas de América Latina. Es muy posible que en el futuro veamos otros intentos de golpes de Estado si no se toman las medidas del caso y si no se fortalece y se cuida la unidad del Movimiento al Socialismo (MAS).
En Venezuela, luego de las elecciones a la presidencia del 28 de julio pasado, el gobierno ha denunciado que está en proceso un intento de golpe de Estado por parte de la oposición que encabeza María Corina Machado quienes nuevamente no han reconocido los resultados electorales como ha sucedido una y otra vez en el pasado. Mientras se acusa que en Venezuela hay una dictadura, han participado de diversos procesos electorales anteriores. Por ejemplo, en el 2021 la oposición ganó 3 gobernaciones y 59 alcaldías en Venezuela y pueden operar legalmente los partidos de oposición como presentar sus candidatos en los diversos procesos electorales.
En Venezuela, como sabemos, no sería la primera vez que se intenta por la fuerza derrotar al gobierno bolivariano. El 11 de abril de 2002, asaltaron el poder pero fracasaron a los pocos días.
En la última década el sector más reaccionario de la oposición venezolana ha seguido sus intentos de derrocar al gobierno con protestas violentas, guarimbas, ingreso de mercenarios, atentados terroristas a la infraestructura estatal, y hasta con el intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, la derecha venezolana no ha logrado ni derrotar al gobierno ni contar con el apoyo masivo de la población para alcanzar el poder.
Así mismo, las más de 900 sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Venezuela, el estrangulamiento económico, la guerra híbrida sostenida en el tiempo contra este país, incluyendo el financiamiento de la oposición y de las acciones violentas, han sido un elemento considerable que han desarrollado con el fin de “crear un clima” necesario en Venezuela (como lo hicieron contra el gobierno de Salvador Allende en Chile en los setenta) para el estallido social el que, sin embargo, no les ha funcionado por la unidad, conciencia y politización en las Fuerzas Armadas y de un sector importante de la sociedad venezolana que sigue manteniendo y votando a favor de la continuidad de la revolución bolivariana.
Recordemos, para nuestra buena memoria, los intentos y golpes de Estado que se han producido en América Latina en las últimas décadas:
En Venezuela, el 12 de abril del 2002, la oposición, con apoyo de militares, consumó un golpe de estado sacando por la fuerza al Presidente Hugo Chávez. Entre los involucrados figuraban el general Efraín Vásquez y el general Ramírez Poveda, graduados de la Escuela de las Américas. Fue un intento de golpe de estado cívico-militar que duró aproximadamente 48 horas y fracasó.
En Haití, el 29 de febrero de 2004, el presidente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide, fue secuestrado por un comando de Fuerzas Especiales estadounidenses con el apoyo de Francia. Ante la opinión pública, se dijo que Aristide había renunciado voluntariamente.
En Honduras, el 28 de junio de 2009, fue secuestrado el presidente Manuel Zelaya y enviado a Costa Rica. Entre los responsables del golpe figuraron el jefe del Estado Mayor Conjunto, Romeo Vásquez Velásquez, y el jefe de la Fuerza Aérea, general Luis Prince Suazo, ambos graduados de la Escuela de las Américas. El golpe de estado fue cívico-militar, avalado por el Congreso de Honduras con una mayoría de derecha.
En Ecuador, el 30 de septiembre de 2010, se secuestró por algunas horas al presidente Rafael Correa en un intento de golpe de Estado. Si bien es cierto que el intento fracasó EEUU, la USAID, y sus otras agencias, siguieron realizando esfuerzos para generar desestabilización social contra el gobierno popular y revertir lo avanzado. Finalmente, lograron que se procesara judicialmente a Rafael Correa para que no volviera a presentarse como candidato a las elecciones presidenciales futuras y que actualmente Ecuador sea uno de los países con mayor asistencia militar de los EEUU.
En Paraguay, el 22 de junio de 2012, el Senado realizó un juicio “exprés” al Presidente Fernando Lugo y lo destituyó del cargo bajo el argumento que era responsable de los enfrentamientos entre campesinos y policías en Curuguaty el que tuvo un saldo de diecisiete personas muertas. De acuerdo a investigaciones posteriores se conoció que quien dio la orden fue Paulino Rojas, comandante de la Policía Nacional de Paraguay, entrenado en el FBI, quien tenía fuertes vínculos con la USAID. Se creó un escenario, se aprovechó, y se destituyó sin poder defenderse a un presidente elegido democráticamente.
En Brasil, el 31 de Agosto 2016, luego de un “Impeachment”, el Senado de Brasil destituyó formalmente a la Presidenta Dilma Rousseff, por 61 votos contra 20, por supuestos “crímenes de responsabilidad”. Tres años antes, en septiembre de 2013, asumiría la embajada de EEUU en Brasil Liliana Ayalde quien fuera embajadora en Paraguay cuando el Senado también realizó un “Impeachment” a Fernando Lugo que lo destituyó. La presidenta Dilma Rousseff dijo entonces: “En el pasado con las armas, y hoy con la retórica jurídica, nuevamente pretenden atentar contra la Democracia y contra el Estado de Derecho”.
En Bolivia, 10 Noviembre 2019, mediante la denuncia de un fraude electoral y la creación de un clima de violencia social (como hemos visto en Venezuela) se logró destituir al presidente Evo Morales. Estados Unidos reconoció de inmediato a Jeanine Áñez, una senadora de derecha, que asumió la presidencia.
En una declaración de entonces SOA Watch señaló que:
“Al menos 6 graduados de la Escuela de las Américas y/o del Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (SOA/WHINSEC) jugaron un papel en el golpe de Estado en Bolivia. Partiendo por el graduado de SOA/WHINSEC, el general Kaliman, quien recibió entrenamiento, el 2003 y 2004, tomando el curso de “Comando y Estado Mayor” en Fort Benning, Estados Unidos”.
“El entrenamiento en SOA/WHINSEC de futuros jefes militares es precisamente para establecer una relación de Estados Unidos con oficiales militares de alto rango para alcanzar los objetivos de Estados Unidos, como dijo el Comandante de WHINSEC, recientemente, “las relaciones que construyeron aquí” y “les ayuda a hacer las cosas””.
En Haití, el 17 de julio de 2021, asesinan al presidente de Haití, Jovenel Moïse, entre los involucrados varios de los mercenarios son colombianos, ex militares, quienes habían recibido anteriormente entrenamiento en la Escuela de las Américas del ejército de los EEUU.
En Perú, el 7 de diciembre de 2022, el presidente Pedro Castillo anunció que disolvería el Congreso de la República y llamaría a elecciones parlamentarias. Sin embargo, fue destituido por “incapacidad moral” y acusado de golpe de Estado por el mismo Congreso que el mismo día tenía contemplado votar su salida. Muchos consideran que fue Castillo quien sufrió un golpe de Estado ya que no lo dejaron gobernar e igualmente lo iban a destituir. Cabe recordar que el 2019 el presidente de entonces Martín Vizcarra tomó la misma medida, disolvió el Congreso peruano, sin que fuera acusado de golpista. A diferencia de Castillo, Viscarra era de la élite y contó con el pleno respaldo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Actualmente, Castillo sigue prisionero y Dina Boluarte, quien lo reemplazó, sigue en el poder sin haber realizado elecciones presidenciales hasta el momento. Estados Unidos tiene una fuerte presencia militar en Perú.
En Brasil, 8 de enero de 2023, un grupo numeroso de manifestantes de derecha intentan tomarse el palacio de Planalto donde funcionan los tres poderes del Estado brasileño en apoyo a Jair Bolsonaro quien no reconoció su derrota en las elecciones. Si bien es cierto que durante los ataques Bolsonaro se encontraba en EEUU una investigación policial lo sitúa previamente en múltiples reuniones con asesores y militares para discutir la posibilidad de un golpe. Recordemos que bajo el gobierno de Bolsonaro aumentaron las relaciones militares con los EEUU las que se han mantenido hasta el presente lo que representa un peligro para la democracia brasileña.
El entrenamiento militar de EEUU a tropas de América Latina como el financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), entre otras, a ONG, partidos políticos, grupos de oposición, y la prensa hegemónica, constituyen instrumentos para que EEUU instale su agenda, pueda desestabilizar a gobiernos progresistas y llegado el caso pueda incluso apoyar e instigar golpes de Estado en América Latina.
Adicionalmente, la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA) de los EEUU, que funciona en El Salvador, y donde se forman a policías, fiscales y jueces de América Latina constituye un instrumento para la guerra jurídica o lawfare para procesar, judicializar, y criminalizar a líderes sociales y presidentes progresistas de todo nuestro continente con el objetivo de sacarlos del camino y recuperar su status quo neoliberal.
Como hemos visto, los intentos y golpes de Estado han seguido en América Latina y detrás de ellos los mismos de siempre: la oposición de derecha, la oligarquía, las corporaciones, los militares, y los Estados Unidos que siguen defendiendo sus intereses e impidiendo que hayan transformaciones sociales que beneficien a nuestros pueblos.
* Pablo Ruiz es parte del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile.Europa ::
https://petras.lahaine.org/
La Gran Cama y la insurrección popular.
(La revolución debajo de la cama)
x James Petras - La Haine.


https://cedema.org/
NINGUN SER HUMANO ES ILEGALMelinka.2025....,
Colecciones Biblioteca CeDeMA Investigación
https://redlatinasinfronteras
CUNCUMEN EN EL BRONX Y EN GIRA POR LOS EE.UU.
Por La Comisión de Seguimiento del Movimiento Caaamañista-MC: Narciso Isa Conde
Santo Domingo /RD 5-02-25
Organizaciones de izquierda dominicanas rechazan visita de Marco Rubio
Movement of La Peña del Bronx.Can Trump Legally Deport
Mahmoud Khalil? What
About Free Speech?
Here’s What Experts Say.
Everything you need to know about the Trump administration’s attempt to deport the Columbia student protest negotiator and what’s next.

What could Khalil’s case mean for other green card holders or legal permanent residents? Or those with student visas?
Trump has said there are more arrests to come, and sources within the government told Zeteo there are “multiple targets” beyond Khalil who the administration plans to use the provision to deport. If the Trump administration successfully deports Khalil under the INA provision it is using, legal experts expect the government will continue to target immigrants over their speech.
“The Trump administration's message is clear that it will abuse the law in its racist targeting of immigrant Palestinians, Arabs, Muslims, and others,” said Laila Ayub, immigration attorney and director of Project ANAR, an Afghan community immigration justice organization.
Sophie Dalsimer, an immigration attorney and co-director of Health Justice at New York Lawyers for the Public Interest, added: “The arrest and detention of Mahmoud Khalil represents an extremely disturbing weaponizing of federal law enforcement to punish and silence free speech.”
But she warned that while it may be easier for the Trump administration “to target visa holders, and then [lawful permanent residents], … it is not likely to stop there.”
McKanders agreed. “The topline is that this appears to be a retaliatory deportation for exercising First Amendment rights,” she said.
“The impact expands broader than one case. It is the chilling effect this executive action will have on curtailing both citizen and noncitizens speech as both groups will be afraid that their actions, although protected under the First Amendment, will be criminalized.”
Movimiento de La Peña del Bronx.
CUANDO EL MELINKA SALIO DE LA CARCEL EN NY,EE.UU.(DESDE LA CARCEL DE CAYUGA)2007.
https://www.archivochile.com
UN DIA SIN INMIGRANTES POR TODOS LOS EE.UU.1 de Mayo del 2025.
| Economía ...,
https://www.archivochile.com
Movimiento de La Peña del Bronx.
20 DE MARZO DE 2025
20 DE MARZO DE 2025
https://www.lahaine.org/
EE.UU. :: 20/03/2025.

Imperialismo y guerra x Andrés Piqueras.

Mahmoud Khalil, Trump y el legado de Biden x Maciek Wisniewski.


El pulso en el mar Rojo: Yemen frente a la decadencia de EEUU x Carmen Parejo.

Gigantesca movilización nacional de respaldo a Gustavo Petro: anunció inicio de la consulta popular x Resumen Latinoamericano / La Haine.

Colombia: La ingenuidad política del actual gobierno x John Jairo Blandón.
Calendario político x Frei Betto.
....,Medio-Oriente:: 20/03/2025.
Cumbre de El Cairo: el rechazo de EEUU e Israel al plan árabe para Gaza es el momento de la verdad x Soumaya Ghannoushi.

Una investigación periodística reveló quién le disparó a Pablo Grillo y lo dejó en coma x Contrahegemoniaweb

Chile. “Buscamos lo mismo que la demás gente, un hogar” x Victoria Aldunate Morales.
Pensamiento :: 20/03/2025.
¿Qué lectura ecológica podemos hacer de Marx? x Michael Löwy.

Israel usa el hambre como arma para quebrar a Gaza x Fadi Kafeety.

Mundo ::20/03/2025.
Investigando el 11-M en el extranjero : Guinea Ecuatorial y su petroleo (3/6) x Cyrille Martin.

....,Cuba :: 18/03/2025.
"Barbarroja" en el vórtice del internacionalismo cubano X Fernando M. Garcìa Bielsa.

Programa 2025 de la materia “De la teoría social de Marx a la teoría crítica latinoamericana” x Néstor Kohan - Leandro Gómez - Christian Arias Barona.
Kollontai y Lenin: por un comunismo que libere a las mujeres x Liza Featherstone.

.....,Siguiente >>
20 DE MARZO DE 2025
REBELION.20 DE MARZO DE 2025

Una decisión histórica
México dio rango constitucional a la prohibición del cultivo de maíz transgénico
El síndrome del sudaca arribista.
Apología del asesinato de inmigrantes por una migrante nacida en Medellín.
20 DE MARZO DE 2025
20 DE MARZO DE 2025


(Vídeo e imágenes) Decenas de miles de personas se manifiestan en Madrid: “Se acabó: bajemos los alquileres”
Decenas de miles de personas salieron a las calles para reclamar medidas urgentes contra el encarecimiento de los alquileres. Convocada bajo el lema “Se acabó: bajemos los alquileres”, respondieron masivamente personas independientes, colectivos y movimientos sociales. La organización cifró en 400 mil personas la cantidad de asistentes a la marcha.
You must be logged in to post a comment Login